La comunidad, que lleva el mismo nombre del río, está habitada por indígenas del grupo étnico Kichwa, conformada por 10 familias que comparten sus vivencias cotidianas en cada una de las actividades que realizan, la minga es un símbolo de hermandad, unión y convivencia, legado de la cosmovisión andina, su gente es amable, un tanto reservada, poco espontánea cuando sus huéspedes son desconocidos, este grupo conserva muchos rasgos culturales que hacen recordar la originalidad y autenticidad de nuestras raíces ancestrales.
La forma de vida de este grupo está subordinado a la influencia del medio que los rodea, el río Piatúa, es una de sus principales fuentes de sustento y recreación, conjuntamente con un bosque primario que posee abundantes especies para la cacería, asimismo recolectan partes vegetales y frutas silvestres que les provee este, la agricultura de subsistencia es otra de las actividades que cabe resaltar en este grupo humano, las tradicionales “chacras”, en las cuales cultivan productos como la yuca, plátano, camote silvestre, maíz y barbasco para la pesca.
El acceso a este atractivo es por el Km. 42 vía Puyo –Tena, y la distancia de recorrido por un carretero de tercer orden en carro es 10.4 Km, desde la cabecera cantonal, desde donde se continua a pie por un sendero empalizado que tiene una distancia de 4 Km que conduce a la comunidad. Su parte bosque se encuentra en los alrededores de la comunidad y posee una gran variedad de especies de flora y fauna que se pueden apreciar al adentrarse por su denso mosaico forestal, sus características tanto físicas como biológicas son similares a los anteriormente descritos.