Su comida es sencilla, pero su sazón deliciosa. El ayampaco, su plato insignia, es cualquier carne -pollo, pescado o 17 tipos más- sazonada con cebolla y especias y envuelta en una suerte de hoja de plátano que se cocina lentamente.
El pollo guisado, yuca, arroz y pescado sudado o frito también son parte de la identidad gastronómica de esta provincia con vegetación frondosa y un clima que bordea los 23 grados centígrados.
Hay diversidad de restaurantes y el precio promedio por plato es USD 6. También hay hosterías, entre USD 15 y 30 la noche por persona, y prácticas de turismo comunitario.