Wilson Altamirano, administrador del complejo recreacional “Riverside”, nos cuenta que los alevines de trucha tienen su origen en Francia y que la nueva especie que aquí se consume es muy parecida al salmón, por ello, su carne es rojiza, tal como es la del salmón.
Aquí, el visitante pesca su propia trucha y luego nosotros la freímos, asamos o como el cliente lo desee, entonces sabe que el producto es completamente fresco. Tan fresco como el caldo de gallina criolla que también ofrecemos, de nuestros propios criaderos, o la chuleta. Todos los platos tienen precios muy cómodos, afirma Wilson Altamirano.
Si usted llega al complejo Riverside, pesca su trucha, la manda a preparar y entretanto, disfruta de la naturaleza en el río, donde puede incluso bañarse, disfruta del paisaje con cascadas y del bosque que está en el lindero de la selva con la Amazonía.